La polémica está servida.

El problema reside en el coste de continuar las obras.

La Junta de Andalucía pretende hacer pasar el resto de las obras por la superficie, reconvirtiéndolas en tranvía. Pero el Ayuntamiento se opone.

El ahorro entre el tranvía de la Junta y el metro del Ayuntamiento supondría 400 millones de euros, que se invertirían en un suburbano más largo.

Cada kilómetro construido en superficie es cinco veces más barato.

El Ayuntamiento argumenta que la zona peatonal dejaría de serlo y le cedería su espacio al tranvía, aunque suponga invertir más tiempo y más dinero.

Ambos gobiernos tendrán que ponerse de acuerdo.