Todo ello se prevé en el proyecto del Plan de Gestión del Lobo de Cantabria que ha presentado el consejero de Medio Rural, Jesús Oria, en una comparecencia, a petición propia, en el Parlamento de Cantabria, y que "en las próximas semanas" se someterá a información pública.
En este Plan, se prevé que quien mate un lobo deberá pagar al Gobierno de Cantabria una indemnización de 10.000 euros por cabeza por el valor de la especie, además de la multa por caza furtiva prevista en la Ley regional de Conservación de la Naturaleza.
En la comparecencia, los representantes de los distintos grupos en la Comisión, a excepción del PP, han mostrado su apoyo expreso al Plan y a la previsión que en él se establece que el lobo deje de ser especie cinegética.
Que el lobo deje de ser especie cinegética, es la "única forma" para que el Gobierno de Cantabria se pueda hacer cargo de todas las indemnizaciones por los daños ocasionados por ataques de lobo a las ganaderías, tanto en los territorios en los que gestiona el aprovechamiento cinegético --actualmente en la Reserva Regional de Caza Saja y en el Coto Regional de Caza de Valderredible-- como en el resto de cotos.
Y es que actualmente, el Gobierno solo asume las indemnizaciones por daños y ataques a ganaderías dentro de la Reserva Regional de Caza Saja y del Coto Regional de Caza de Valderredible, mientras que en el resto del territorio de la comunidad autónoma los responsables son los titulares de los cotos de caza, un modelo que --ha dicho-- "no satisface a ninguno de los implicados".
En contraposición a lo expuesto por el consejero, el diputado del PP Luis Carlos Albalá sostiene que eliminar al lobo del listado de especies cinegéticas no es la única opción para que el Gobierno regional pueda pagar todas las indemnizaciones.
Para este Plan, que adoptará la forma de Decreto para su aprobación por parte del Gobierno regional, se necesita, según Oria, modificar la Ley de Caza de Cantabria para excluir de la relación de especies cinegéticas al lobo y también la Ley de Conservación de la Naturaleza para que la indemnización por los daños producidos por el lobo sea compatible con el control de las poblaciones.