Fue un momento de eclosión cultural, de emancipación de la mujer, de escuelas mixtas, y de afianzamiento de los sindicatos. "Había una explosión júbilo por los barrios, la gente salía con banderas republicanas por la calle", explica Marià Galea, víctima del franquismo.

Marià fue testigo de la proclamación de la II República, de la que ahora se cumplen 85 años. La recuerda como un crisol de libertades truncadas por la guerra y la represión. Fue entonces cuando Marià acabó en la cárcel, como otro medio millón de españoles.

"La policía me decía 'no te muevas o te freímos a balas', me dieron patadas y yo pensaba 'aquí me muero", relata Marià. Otro medio millón de españoles se exilió. Muchos de ellos huían de una guerra y se encontraron con otra: la II Guerra Mundial. Es el caso de Teresa, atrapada en Leningrado. Son experiencias traumáticas que todavía dejan huella.

"El trauma se hereda en las familias, en los descendientes", cuenta Montserrat Llor, autora de 'Atrapados'. Ahora, luchan contra el tiempo para recuperar su parte de memoria histórica. La misma que, dicen, desoye el Gobierno.