A las puertas de la sede judicial la propia Juana Rivas ha explicado que se va a casa con sus hijos, con los que ha pasado estos días en un entorno rural de la provincia granadina.
Tras varias horas de declaración, Juana Rivas abandonaba muy emocionada el juzgado, dirigiéndose inmediatamente a los medios. Y agradeciendo el trato recibido por el magistrado."Ahora lo que me llevo es un rayo de luz, pedí un humano, y es lo que me encontrado: un juez humano que me ha escuchado", aseguraba. Entre lágrimas, decía tener esperanza: "No me voy a la carcel me voy a mi casa con mis niños y vamos a seguir peleando, me voy a abrazar a mis niños ahora mismo".
En una nota aclaratoria, el juzgado,especifica por qué: "El juez ha considerado que la gravedad de la pena del presunto delito que Juana Rivas haya podido cometer no justifica la medida excepcional de prisión provisional, como ha solicitado la Fiscalia".
Se ha presentado voluntariamente a declarar, sin rastro de sus hijos, después de 27 días en paradero desconocido."Que no quiero ser una profuga, he venido a pedir ayuda y que alguien me escuchara", ha expresado.
Minutos antes de empezar su declaración, la policía la ha detenido dentro del parking para meterla por una puerta interna. Se han vivido momento de confusión con la aparición de su hermana Isabel, cuando se la esperaba a ella. Rivas ha pedido que se escuche la versión de sus hijos: "Es lo que he pedido y por lo que voy a luchar, para que escuchen a mis hijos un equipo preparado para la gente que hemos vivido este terror".
El magistrado ha resuelto sobre la situación personal de Juana, pero el Juzgado número 2 de Granada seguirá investigando la entrega de los niños al padre.
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