"No sé cómo gente que está defendiendo la vida del concebido y no nacido a ultranza está dejándonos morir a los descapacitados y a los dependientes de una forma lenta y dolorosa". Son palabras de Miguel Ángel Consuegra, presidente de la Asociación Espina Bífida, que denuncia una vez más el impago de los organismos públicos de las ayudas a la dependencia. Pero no es el único.
En Valencia la situación, si cabe, es peor. La Generalitat es la que más dinero debe a los dependientes, hace años que no paga e incluso acumula más de 15.000 euros de deuda con algunas familias. Y las asociaciones ya han advertido: el año que viene, 35.000 personas dependientes habrán muerto sin llegar a cobrar un euro.
A Elio, de 19 años, le corresponden 440 euros al mes de la ley de dependencia. Necesita cuidado las 24 horas y su día a día es una continua lucha. Su familia, mientras, lleva tres meses sin cobrar. A los padres de Sergio les acaban de pagar un año, pero aún les deben tres. Están los dos en paro y ahora les obligan a pagar el copago.
Ellos lo único que quieren es que la Administración les paguen lo que les deben. Bastantes dificultades tienen como para que además se les acumulen más.