Asegura que la casa de Oia, Pontevedra, era una casa con las puertas abiertas a personas con problemas y que Miguel Rosendo, el fundador de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel nunca cometió prácticas sexuales con los fieles.
"Yo desde dentro te puedo confirmar que es totalmente una calumnia", ha declarado la mujer miembro de orden y mandato de San Miguel Arcángel. Se refiere a los presuntos comportamientos sectarios y prácticas sexuales que, al menos dos mujeres que pertenecieron a la orden habrían destapado, según publicó el diario El Mundo.
El Director de Religión Digital, José Manuel Vidal, ha cofirmado que: "Funcionaba como tapadera para que el fundador de la secta se aprovechara de las consagradas, que no son religiosas oficialmente. A las que él llamaba miguelianas y tenía como un harén propio. Llevaba a cabo todo tipo de cosas sexuales que él vendía, incluso a sus propias monjas, como un acto de purificación. Como si fuese algo que a él mismo le pedía San Miguel Arcángel."
Aún así ella sigue perteneciendo a la orden junto a otros 26 fieles y cuatro miguelianas consagradas que atienden una residencia de ancianos en Bustarviejo.
Antes de marcharse a Madrid, dejaron la casa de Oia, para vivir durante un tiempo en un monasterio de Vilariño, que la orden se ocupó de reformar. Asegura que Miguel Rosendo la abandonó voluntariamente. "Se retiró para no influir en los demás componentes de la orden", ha asegurado la fiel.
Aunque la propia Diócesis de Tui anunció con un comunicado que le habían apartado de la Orden por las acusaciones en torno a su conducta moral: "El obispo decide apartarlo cautelarmente de todas sus funciones".
Lasextanoticias ha intentado contactar con él pero no ha respondido, la fiel que sigue manteniendo contacto con Rosendo asegura que está haciendo voto de silencio.
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