Así lo ha expresado el abogado de una de las víctimas durante un receso de la declaración de Cabeza Quirós como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga el caso Madrid Arena.

Cabeza Quirós ha reconocido que si hubiera tenido conocimiento de los planos utilizados por la organización del evento, el Madrid Arena no se hubiera abierto, según Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las víctimas de la tragedia.

En cuanto a las empresas de seguridad, la exdirectora de Operaciones ha indicado que el empleado de Seguriber, Roberto Mateos, responsable del centro de control de cámaras del Madrid Arena, era como "los ojos del evento" y tendría que haber avisado de cualquier incidencia, mientras que Kontrol 34 era la empresa de controladores de acceso.