José y Alberto recurrieron hace cinco años a la gestación subrogada en Estados Unidos para tener a sus dos hijos. Consiguieron inscribirles en el registro pero tras años de periplos judiciales ahora el Tribunal Supremo les prohíbe figurar a los dos como padres biológicos.

Una decisión que podría dejar desamparadas a cientos de familias. La casualidad hizo que a Fernando y Andrés les dieran la noticia de sus vidas el Día del Padre. Porque fue cuando les avisaron que la mujer que gestaría a su hija estaba embarazada. Nunca, dicen,  han tenido problemas pero saben que la sentencia abre una peligrosa puerta.

Aunque no tienen miedo. Aseguran que seguirían el mismo camino que los padres de Valencia. Ellos recurrirán al Constitucional e incluso a Estrasburgo para recuperar un derecho, aseguran, que nunca deberían haberles arrebatado.