Acorralado contra una pared, un joven recibió una lluvia de patadas y puñetazos que le dejaron lesiones en el tórax. Su delito: ser homosexual. Ahora está asustado y no quiere mostrar su rostro ni su identidad, pero quiere compartir su testimonio: "Me rodearon y después me empezaron a pegar, me dieron golpes en todo el cuerpo".

Las asociaciones denuncian que hay un repunte de estas agresiones. La Policía ya ha registrado en Madrid cinco agresiones en los seis fines de semana que llevamos de año. En Nochevieja se registraron dos y en n ambos casos las víctimas fueron pateadas y golpeadas. El fin de semana siguiente se producía otro ataque en Lavapiés contra una transexual, días después en la calle Hotaleza y la última hace unos días en la calle Cea Bermúdez.

Un aumento que según la asociación Arcópoli, se debe a que los homosexuales ya no se esconden: "Hay parejas de chicos y de chicas que se cogen de la mano y se dan un beso y eso es algo que hay gente que lo ve como una ofensa y es cuando se produce el ataque".

Es el caso de Sergio, que paseaba por la calle con un amigo cuando recibió una brutal paliza. Los golpes le hicieron perder el conocimiento y el miedo a salir a la calle. Desde las asociaciones insisten a las víctimas que denuncien ante la policía es la única forma para que los agresores no queden impunes.