La Policía local de Lyons Creek, en Florida, detuvo a Christine Lidia Arguelles después de que su hija cogiera un puñado de dulces mezclados con marihuana para venderlos en su colegio por 9,37 euros cada uno.

Como consecuencia, un estudiante enfermó y al acudir a la Policía para contarles que no se encontraba bien, la Policía empezó a sospechar.

La declaración por parte del niño fue clave para la Policía, quien investigó el caso preguntando a otros estudiantes del centro.

Cuando la Policía fue a casa de Christine, se encontraron con lo que los niños habían asegurado: había más de 80 gominolas en el frigorífico.

"¡Mira lo que has hecho! Has traído a estos policías a casa. ¿Acaso pensabas que esto iba a darnos dinero?", fueron las palabras que la madre gritó a su hija en el momento de la detención.

Pero al parecer, no es la primera vez que Christine comete un delito. Documentos judiciales indican que había sido acusada en otras ocasiones de dejar a sus hijos durmiendo solos durante horas, mientras ella no estaba en casa.