Un joven zaragozano ha sido condenado por la Audiencia Provincial a dos años de cárcel, frente a los seis que pedía la Fiscalía, por ayudar a su madre enferma a suicidarse.

El juicio se celebró la pasada semana a puerta cerrada y contra la sentencia, hecha publica ahora por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, se puede presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

En la sentencia se reconoce que la madre padecía una enfermedad que le provocaba una paranoia con ideaciones persecutorias sobre todo de los médicos, debido a lo cual se negaba a recibir cualquier asistencia facultativa.

Fruto de esta situación, se negó durante diez años a salir de su vivienda, ni tan siquiera para asistir al sepelio de uno de sus cuatro hijos, que falleció de una enfermedad.

La mujer tenía, según la sentencia, una fuerte influencia sobre su esposo y sus hijos, especialmente sobre el acusado, y coincidían todos en que haber pedido asistencia médica sin su consentimiento hubiera constituido una deslealtad a la que ella nunca hubiera accedido.

El 7 de abril de 2015, ante el grave estado de una úlcera que tenía en una pierna y los sufrimientos intensos que decía padecer, tomó la irrevocable decisión de suicidarse y pidió a su hijo que la asistiera para culminar su decisión.

La mujer se quitó la vida cuando su marido estaba durmiendo, poniéndose en la cabeza una bolsa de basura con la ayuda de su hijo, quien con la "finalidad" de que pudiera cumplir su propósito, según la sentencia, le sujetó las manos para impedir que las llevara a su cabeza, a la vez que le colocó una segunda bolsa.

La sentencia recoge la nota que, antes de suicidarse, escribió de su puño y letra: "Por culpa de no estar legalizada en España la eutanasia, he tenido que hacérmela yo. ¡Qué triste y doloroso! El motivo es que no puedo aguantar más el dolor que me producen las extrañas heridas que tengo en la pierna derecha. ¡Ojalá los que me han hecho esto lo pasen peor que yo!".