Abusó sexualmente de diez niños; seis de ellos, de entre 7 y 13 años, en Almería. Así es el perfil de Carlos Alejandro Rodríguez Linares, un pediatra de origen colombiano que fue condenado por la Justicia española a 34 años de cárcel el pasado mes de febrero.
Tras conocer la sentencia, el médico huyó hasta su país de nacimiento, donde se haya en estado de semilibertad, después de que una juez le concediera la prisión domiciliaria. No obstante, en Pulpí, municipio de Almería donde tuvieron lugar los hechos, siguen consternados.
"Tengo 3 niñas y las llevábamos cuando se ponían malas", explica una vecina de la localidad. Incluso su propio compañero de trabajo señala que "jamás nos hubiéramos esperado eso. Venía desde Roquetas, los llevaba a la catequesis, les compraba sus cositas, nos hemos quedado todos...". Y es que, durante los seis años que trabajó en el municipio almeriense, Rodríguez Linares se ganó la confianza de las madres de sus hijos para acercarse con mayor frecuencia a los menores.
En este sentido, la Guardia Civil detalla la estrategia del pederasta, quien buscaba normalmemente a madres del mismo patrón. "Con algún problema económico, separada o divorciada, con cierto desarraigo", señala uno de los agentes.
Actualmente, Save the Children, la Organización No Gubernamental en favor de los niños, ha anunciado que solicitará al fiscal superior de Justicia andaluz que se activen los mecanismos necesarios para la extradición del pediatra y su cumplimiento de condena en España.
No es la primera vez que este pediatra colombiano abusa sexualmente de menores de edad. Antes de trasladarse a Almería, Rodríguez Linares comenzó a cometer este tipo de delitos en el municipio de Páez, ubicado en el departamento colombiano de Boyacá, donde las autoridades afirman que el médico llegó a abusar de hasta cuatro niños.
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