En este barrio de la periferia montañosa de Barcelona comienza el día con la misma rutina que las últimas cuatro semanas. Más de cincuenta niños de este barrio se ven obligados a andar 4 Kilómetros hasta el colegio.

El autobús les dejaría en la puerta del colegio una hora antes de la apertura del centro. La alternativa es trasladarse a pie por kilómetros de cuestas pronunciadas con la mochila a la espalda.

Esta situación está propiciando que los estudiantes lleguen impuntuales o incluso se ausenten por la tarde.

Su recorrido diario pasa por delante de los piquetes de los trabajadores de la empresa de autobuses, que se mantienen firmes con la huelga indefinida. Aseguran que el convenio de la empresa es una injusticia.

El ayuntamiento no puede poner a disposición de los menores un servicio de autobús alternativo porque iría en contra del derecho de huelga. “habría que aplicar medidas para que no se produzca el absentismo escolar”, afirma Irma Rognoni, concejala del distrito Nou Barris de Barcelona.

La solución desde el consistorio es pagar el comedor a los niños para que al mediodía no tengan que regresar a casa y puedan asistir a las clases de la tarde.