El objetivo del libanés era encontrar a un donante por eso, presuntamente, su secretario buscó a personas de escasos recursos a ser posibles, musulmanes.
"Algunos han sido captados en centros religiosos musulmanes y otros han sido captados por amistades", ha dicho Esther Maldonado, inspectora jefe de la Policía Judicial de Valencia.
El único hígado compatible era el de una mejer, pero el libanés lo rechazó porque no quería tener un hígado femenino. Según la Policía, un nuevo intento les llevó hasta un hospital de Barcelona donde el libanés llegó con un hombre de origen rumano para el trasplante, pero los médicos se negaron a operarles.
Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplante, ha dicho que el hospital descartó la cirugía porque no había una relación fuerte entre el donante y el receptor. Es la primera vez que la Policía evita una transacción de órganos en España, algo poco habitual debido a los estrictos controles de seguridad.