El Mar Menor está en estado crítico y los expertos alertan de que está enfermo. "Debido a las enormes presiones que tiene: obras costeras, urbanizaciones diversas, puertos deportivos, regeneraciones de playas, los vertidos, etc, hacen que se encuentre en peligro", asegura un ecologista.

Podría decirse que esta laguna salada está enferma y tiene síntomas bastante claros. "Esta zona está llena de fangos y es imposible bañarse", "nos hundimos pisando en el fango", se quejan algunos vecinos.

Desde la Asociación de Ecologistas del Sureste se muestran muy preocupados por la zona de la Rambla del Albujón, la que consideran el principal problema. "Llegan las aguas al Mar Menor con toneladas de nitratos disueltas en el agua y que, contribuyen junto con el resto de los problemas".

Hay que evitar que la Rambla lance al mar agua de regadío con vertidos. Las soluciones que quieren presentar son bastante ecológicas. "Creemos crear filtros verdes para lagunas con vegetación natural, filtrar esa agua".

Los problemas van pasando por otras zonas. En la playa de las Urrutias está dificil el baño, porque las orillas están llenas de lodo. Esta situación parece ser debido al intento de recuperar metros de playa de arena artificial y la construcción de espigones en los años 80 para mantenerla, que ha impedido el funcionamiento natural de las corrientes.

Otro de los problemas principales es el dragado de las golas, canales con los que el Menor se comunica con le Mediterráneo. Entre los pecados medioambientales, Greenpeace también cita la destrucción del litoral por la construcción y advierte que la Manga se hundirá en 50 años por el cambio climático.

"Hasta ahora ha demostrado que tiene una capacidad de regulación natural y de defensa contra esos impactos" asegura un ecologista. Pese a todos los problemas que ha tenido durante años, parece que la laguna costera ha sabido sobrevivir y adecuarse a los cambios.  Esperemos que esta vez también lo haga.