La familia de Ana Isabel está segura de que el cadáver encontrado en su coche es el de ella. El 15 de Noviembre la joven, de 28 años, esperó a que su abuela, con la que vivía se marchara, para coger bolso, teléfono móvil y desaparecer. Sin dejar rastro.

"Lo único cierto es que salió de casa y no sabemos por qué", expresa Ángel Maqueda, hermano de Ana Isabel. Pero ello es lo que trata de averiguar la Guardia civil. Si pudo ser una muerte violenta o no. La familia asegura que nunca usaba esa carretera para ir a Málaga. La autopsia ayudará a determinarlo, aunque será complicada, por el avanzado estado de descomposición en que se encontró el cadáver. Tampoco se descarta la hipótesis del suicidio.

Aunque su familia, destrozada, no cree que tuviera motivos. La principal hipótesis que maneja la Guardia Civil es que sufriera un accidente de tráfico. De ser así, un sistema como el iCall habría evitado cuatro meses de angustia y de búsqueda. Incorporado en el vehículo, en caso de accidente avisa a los servicios de emergencia, facilita la ubicación e incluso establece comunicación con el conductor.

Todo de forma automática. En su casa no han parado de llegar familiares y amigos. Y en la puerta aún siguen los coches con los carteles de la búsqueda de Ana Isabel.