La sentencia considera la exhumación de los hermanos Manuel y Antonio Lapeña, fusilados en 1936, y de Pedro Gil Calonge y Juan González Moreno pertenecientes al bando nacional.
Los hermanos Lapeña son procedentes de Villarroya de la Sierra (Zaragoza) y ambos murieron en 1936.
Por su parte, Pedro Gil Calonge era procedente de Castejón del Campo (Soria), de profesión agricultor, fue reclutado en Soria por el bando nacional y destinado a Zaragoza. El 1 de junio de 1937, murió a causa de herida de bala, a los recién cumplidos 27 años de edad.
El otro cuerpo que se exhumará será el de Juan González Moreno nacido en Arriate (Málaga), de profesión agricultor, y fue reclutado a la edad de 28 años, por el denominado frente nacional.
Moreno fue herido en la cabeza, lo que provocó su muerte en un hospital de Jerez de la Frontera el día 1 de agosto de 1938, sin domicilio conocido.
Posteriormente, el día 25 de abril de 1964, sus restos fueron trasladados al Valle de los Caídos, como se puede observar en la anotación de su registro de enterramiento, sin que hasta la fecha hayan sido devueltos los restos a su familia.
"Es un precedente histórico, cargado de dignidad y trabajo, que pone fin a un proceso judicial de más de seis años, y que se cerrará con el reencuentro entre las víctimas del Valle y sus seres queridos", asegura Ranz.
Ranz recuerda que en democracia se ha constatado tres entradas anteriores en diversas capillas del Valle, en 1980, en 1990 y en 2010, pero esta es la "primera vez que se realizará con la sociedad española en su conjunto como testigo".
Estos trabajos en un primer lugar serán "arqueológicos" en la "fosa más grande de toda España". "A partir de ahí el siguiente paso ya es la exhumación", ha explicado.
Así, este lunes y martes los arqueólogos y científicos sacarán conclusiones para posteriormente emitir un informe que permita conocer cómo penetrar en el osario de la cripta del sepulcro.
Desde las familias se han tomado la noticia con una "alegría moderada" en un "proceso que terminará" cuando se "reencuentren con sus familiares".
El pasado mes de marzo el prior del Valle de los Caídos, Santiago Carrera, retiró el recurso contencioso-administrativo contra las exhumaciones de la familia de los hermanos Lapeña en la zona.
Los benedictinos paralizaron la operación bajo el argumento de que podría dañar la basílica, donde también está enterrado el dictador Francisco Franco y el fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera.
Un informe de la Abogacía del Estado consideró que los osarios de la nave central y la nave de crucero de la basílica deben considerarse cementerio público y no de la Iglesia, y apunta que resultaría conveniente evaluar su estado.