El dueño de una cafetería tiene diez empleados a su cargo. Reúne las condiciones que exige la reforma laboral para contratar a alguien durante un año y despedirlo sin ninguna indemnización.
José no lo va a hacer aunque el Tribunal Constitucional ha avalado este tipo de contratos. Algo que el director general de esta empresa tecnológica ve como un estímulo para las pymes, aunque con una condición.
Sin embargo, para algunos juristas supone una vulneración del derecho del trabajo. El otro punto sobre el que ha fallado el tribunal afecta a los cambios en la negociación colectiva. Uno de ellos otorga a un órgano del Gobierno ser el árbitro entre sindicatos y empresas en caso de desacuerdo.
Una idea que Pérez de los Cobos ya plasmó en un artículo en 2010 antes de ser presidente del Tribunal Constitucional. Para los sindicatos, se trata de una sentencia política. Además, el fallo también da preferencia a los convenios logrados en las empresas sobre los del sector.