El alcalde de Sellent lo volvió a hacer. No le gusta que le graben los vecinos, y esta vez contaba con la ayuda de seis guardias civiles para frenar a José, su mujer y sus minicámaras. "¿Va a seguir grabando? Pues acaba de cometer una falta". El alcalde continuó con las advertencias pero, como no bajaron la cámara, decidió suspender el pleno.
Horas después, la falta cometida por José y su mujer se convirtió en delito. La Guardia Civil fue a buscarles por la noche y se los llevó al cuartelillo, acusados de desorden público. Acabaron en el hospital con un ataque de ansiedad y, han tenido que declarar en el juzgado.Es la segunda vez que les detienen por lo mismo. El acalde insiste en que él es quien manda en su pleno: "Yo tengo la última palabra".
Sin embargo, la plataforma 'Graba tu pleno' asegura que grabar es completamente legal, y el matrimonio dice que sólo graba porque el alcalde no escucha sus peticiones. Y avisan, no tienen intención de soltar las cámaras.