La Junta de Portavoces para acelerar el proceso soberanista tenía una silla libre: la del Partido Popular, por entonces sin constituir como grupo parlamentario. Una reunión legal según la presidenta del Parlament. "Hemos respetado el reglamento", aseguró Forcadell.

El PP justificaba su ausencia. "Para chula ella, chulos nosotros", afirmaba un indignado Xavier García Albiol.

Ante el Tribunal Constitucional se produce una imagen inédita. De forma simbólica, Ciudadanos, PSC y PP acuden juntos para recurrir la resolución soberanista de Junts Pel Sí y la CUP. Quieren evitar la celebración del pleno del lunes en el que se votaría el inicio de la desconexión con España.

Mientras el alto tribunal decide, el presidente del Gobierno advierte: "El Estado tiene instrumentos suficientes para evitar que se pueda cometer un disparate como el que algunos están planteando".

Finalmente el TC responde: no se suspenderá el pleno. El Gobierno anuncia que recurrirá y pedirá la suspensión de la declaración independentista. Una medida que también apoyan desde el PSOE. Pero eso ya será después del pleno que comenzará el próximo lunes a las 10 de la mañana.