El funeral tiene lugar después de que la juez autorizase el viernes la entrega a sus familiares de los restos mortales de los brigadas Antonio Navarro y Manuel Velasco y del sargento José Francisco Prieto.
El funeral ha sido oficiado por el arzobispo castrense, Juan del Río, en la Plaza de Armas de la unidad, y al mismo han asistido, además del ministro, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez; el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general de Ejército Jaime Domínguez Buj, y el jefe de la Brigada de la Legión, general de Brigada Juan Jesús Leza.
Los restos de los brigadas Antonio Navarro y Manuel Velasco, así como del sargento José Francisco Prieto, fueron llevados a hombros de sus compañeros al patio de armas, que también los han escoltado hasta la capilla ardiente algo menos de dos horas después, cuando han concluido los actos fúnebres celebrados en la base de Viator.
El general Leza ha destacado en su intervención que los legionarios fallecidos habían intervenido en veinte misiones en el exterior en las que "habían desafiado a la muerte" desactivando explosivos, en una labor de "años de entrega para salvar vidas" que los había convertido en "reconocidos y prestigiados desactivadores" pese a ser "discretos, como todos los zapadores".
Defensa concedió distintas condecoraciones por sus destacadas acciones en Afganistán a los brigadas Antonio Navarro García y Manuel Velasco Román y al sargento José Francisco Prieto.
Los militares regresaban de una práctica de desactivación de explosivos el pasado lunes y perdieron la vida por la explosión, cuyas causas se están investigando y que se produjo en un vehículo BMR, que cuenta con una plataforma para morteros.
También resultaron heridos una cabo primero, que sólo sufrió rasguños, y un sargento, que permanece ingresado en el hospital Torrecárdenas de Almería con distintas fracturas.