Una vez consumado el divorcio, Convergència rehace su vida y se prepara para las elecciones del 27 de septiembre sin la compañía de Unió. "No nos gusta que esto haya pasado, llevábamos muchos años colaborando" ha dicho Artur Mas.
Uno de los primeros actos de Convergència tras la separación ha comenzado sin apenas referencias al partido. La ruptura ha sido provocada por un últimatum, según asegura Duran i Lleida en una carta. "La respuesta de CDC fue sustituir el diálogo por el ultimátum", lamenta el líder de Convergència. Por su parte, Artur Mas lo niega: "Se pidió después de las elecciones que la posición de Unió fuera firme".
Unió ha reunido a su dirección tras la ruptura. A la entrada, su líder se refería a la reunión con el presidente de la Generalitat centrándose en la relación entre ambos. "La relación personal está por encima de la política", ha explicado Durán i Lleida.
Voces de Convergència piden que la separación se materialice también en Madrid, como es el caso del coordinador general de CDC, Josep Rull. "La decisión tomada en Cataluña de dar por finalizada la federación entre Convergència y Unió tiene que verse reflejada en el Congreso y en el Senado", defiende Rull.
Desde Esquerra, Oriol Junqueras asegura que la prioridad es que el independentismo sume mayoría en las urnas, enfilando su mirada hacia las elecciones. "Nosotros no estamos lanzando una OPA a nadie, al contrario, abrimos los brazos y tendemos las manos para abrazar y dar la mano con todos aquellos que comparten estos objetivos", ha matizado el presidente de ERC.