A paso ligero y con el abrigo en la mano bajaba Mariano Rajoy bajó la escalerilla para pisar suelo francés. Segundos antes, lo había hecho Artur Mas y esperando en el terreno, la ministra de Fomento.
Sin tiempo que perder, se dirigieron en coche a una zona cercana al accidente. Un minuto para los saludos y presentaciones, porque enseguida un mando del dispositivo de rescate les pone al día en francés.
A partir de entonces, Hollande, Merkel y Rajoy se han acercado más para visionar desde lejos la zona cero. Se insistió mucho en el trabajo de los voluntarios tras conocer el terreno en primera persona.
Rajoy se ha comprometido a estar a la altura de las circunstancias. "Vamos a repatriar a las víctimas en las mejores condiciones porque sabemos que eso es importante", declaró el presidente del Gobierno.
Gestos serios y silencios en el momento más emotivo, la visita a la capilla ardiente. Un pabellón deportivo inundado de velas y flores, donde todos plasmaron sus sentimientos en el libro.
"Me ha afectado mucho el lugar donde van a recibir a las familias", declaró Hollande, mientras que Merkel recuerda que "hay que estar unidos". Hablan de dolor y solidaridad y también de investigar para esclarecer el accidente.
Y el mensaje de unidad se traslada también a los gestos. Después de varias horas de visita, y en el avión un último encuentro entre Rajoy y Mas, que compartieron asiento. Aunque aseguran que durante el vuelo, sólo se habla del accidente.