Guillermo Zapata ya tiene una cita como imputado en la Audiencia Nacional. El 7 de julio tendrá que declarar ante el juez Santiago Pedraz por un presunto delito de humillación a las víctimas del terrorismo por un tuit en el que se refería en tono de mofa a Irene Villa.
Zapata dimitió el pasado 15 de junio como responsable de Cultura, pero no renunció a su acta de concejal, y aunque pidió perdón, para el ministro del Interior no era suficiente. Desde las filas del PP, se aplaude la decisión del magistrado. Los socialistas madrileños, que apoyaron al nuevo gobierno municipal, creen que Zapata debería marcharse.
Pese a afearle la conducta, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha criticado la actiud de la Fiscalía. Aún no lleva dos semanas como alcaldesa, y a Manuela Carmena se le reabre un nuevo frente: tener en su grupo municipal a un imputado.