La consejera de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña en funciones, Irene Rigau, apunta que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, quiere dividir a la sociedad catalana y "desorientar" a las familias con la lengua a través del nuevo borrador del anteproyecto de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
Así lo ha manifestado Rigau en una entrevista concedida a una radio catalana, al afirmar que en Cataluña hay un objetivo a dos años -la consulta soberanista- y "una de las cosas que puede dividir a la sociedad catalana es la lengua", por lo que, según ella, Wert utiliza los discursos de Ciutadans o Convivencia Cívica Catalana.
Rigau ha deplorado la perversión, ha dicho, de la Lomce que "uniformiza y recentraliza" el sistema educativo al introducir categorías de materias y al dotarse el Estado y los centros de más capacidad para decidir los currículums en detrimento de las autonomías con el objetivo de debilitar el modelo.
También ha indicado que la voluntad del Ejecutivo español es "diluir el papel del catalán" en los territorios de habla catalana a través de Cataluña porque irradia fuerza al resto de comunidades, sobre todo tras las elecciones del 25 de noviembre en que el soberanismo ha crecido y cuesta más de combatir.
Contrastando con lo manifestado por Wert sobre la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (TC), la consejera ha asegurado que la sentencia sobre el Estatut deja que sea la Generalitat quien establezca la proporcionalidad entre las dos lenguas, mientras que la Lomce articula que ésta debe ser "razonable".
Según Rigau, Wert quiere disciplinar a las lenguas cooficiales porque se ve investido de una autoridad que pasa por encima de Cataluña y de las normas con lo que ha calificado de "prepotencia ministerial".
De hecho, ha recordado que en anteriores ocasiones "no se ha cortado" en decir que las escuelas catalanas se tenían que españolizar porque eran fábricas de independentistas, ha lamentado la consejera.
Sobre la Conferencia Sectorial de Educación, Rigau ha dicho que siente "tristeza" porque la actitud del Gobierno demuestra una voluntad de imponer y no de comprender.
En este sentido, ha relatado que se levantó de la mesa de negociación porque el borrador es "inaceptable" en su conjunto, pese a la última propuesta del ministro de que el catalán sea obligatorio para obtener el título de ESO y Bachillerato.
Al ser preguntada sobre los futuros recortes en Enseñanza, la consejera no ha querido avanzar cifras y, precisamente, ha explicado que uno de los motivos que le complica su decisión de volver a ocupar esta cartera es el desgaste personal que supone "la amargura" de los ajustes, lo que puede quedar compensado por la defensa del catalán.
A TRAVÉS DE SU REFORMA EDUCATIVA