Tiene fecha y hora para ir a ver al juez Castro, pero lo que no es seguro es si la infanta hará el paseíllo. El ministro de Justicia confía en que se pueda evitar el empinado trago: "Lo que no debe significar nunca una actividad de colaboración con la Administración de Justicia es que se produzcan penas paralelas".

Y en esto sí coincide con Esperanza Aguirre: "Me parece estupendamente que la infanta entre por el garaje", y es que "la ley no impone la pena de paseíllo". Así de temida es la rampa, que su marido el duque ha bajado ya en dos ocasiones. La expresidneta madrileña lo decía de forma muy gráfica: "El garaje es estupendo".