Mariano Rajoy calienta para marcar el teléfono de Pedro Sánchez, algo que hará esta semana, y asume que la posible mesa de reunión deberá incluir una silla más. "Si el señor Sánchez quiere venir con su socio de hecho, Rivera, que venga con quien quiera", afirma el presidente en funciones.

Por su parte, Sánchez se muestra dispuesto a ir acompañado a los encuentros con un Albert Rivera que trata de rebajar el tono recordando que la invitación no tiene porqué llevar su nombre.

El tándem casi infranqueable de PSOE y Ciudadanos no acaba de gustar a todos, ya que a Pablo Iglesias le resulta "ridículo que Sánchez tenga que llevar ahora a Rivera pegado todo el tiempo".

Ante la inminente llamada del presidente en funciones, Sánchez tira de calculadora para lanzar un aviso, y es que en su opinión "quien convoca es el candidato socialista, poruqe tengo más escaños que Rajoy", ha dicho.

Sin embargo, el argumento no parece convencer al líder del PP, que lo ve como un "fraude", porque en ese caso "deberían haber ido juntos a las elecciones".

Rajoy, además, tampoco guarda muchas esperanzas en que su gesto fructifique, ya que ha afirmado que "si Sánchez no quiere reunirse, no puedo hacer más", y que alimentan la posibilidades de volver a encontrarse con las urnas.