Podemos y PSOE han dejado claro que el acuerdo para crear un gobierno del cambio está más cerca, tal y como ha reconocido Pedro Sánchez tras su reunión con Pablo Iglesias. Ambos partidos coinciden en no ir a unas nuevas elecciones, el único problema es la composición de gobierno que quiere cada uno.

Pablo Iglesias era el primero en hablar tras el encuentro, y no se ha cansado de repetir que la mejor opción para España es "la vía 161", que supondría incluir en el gobierno a Izquierda Unida y Compromís, de manera que se crearía una coalición de izquierdas.

Sin embargo, la propuesta del líder de Podemos es insuficiente para que Pedro Sánchez sea investido presidente, por lo que debería buscar el apoyo, por activa o por pasiva, de Ciudadanos o de formaciones independentistas.

Iglesias no se ha negado a recibir ese apoyo, ya que por una parte ha manifestado que quiere reunirse con Ciudadanos para pedirle que apoye la vía 161, pero además ha asegurado que sumar formaciones independentistas al gobierno sería "positivo". Podemos también pide que el gobierno sea equilibrado entre ambas formaciones, y Pablo Iglesias se ofrece a ceder y no ser él quien sea elegido vicepresidente.

La propuesta del líder de Podemos ha sido respondida de Pedro Sánchez, que en sus declaraciones ha dejado claro que su pacto con Ciudadanos es una línea roja en la formación de gobierno.

De esta manera, el líder del PSOE ha pedido a Podemos que acepte la vía 191, que consiste en un acuerdo entre PSOE, Ciudadanos, Podemos y Compromís, algo qu otorgaría a las formaciones una amplía mayoría en el Congreso, les permitiría sacar a Rajoy del Congreso y acometer con más garantías posibles reformas en la Constitución.