La ponencia para la reforma del reglamento, constituida el pasado mes de abril, se ha reunido por primera vez, y todos los grupos se han mostrado satisfechos por la buena disposición a un diálogo "sin líneas rojas", ni ideas preconcebidas. Entre las propuestas, destaca la posibilidad de multar a los diputados que se ausenten del Congreso sin causa justificada, obligar a los diputados a fichar, limitar las vacaciones a agosto o preguntas "sorpresa" en la sesión de control.
A la salida de la reunión, el presidente del Congreso, Jesús Posada, se ha mostrado muy satisfecho por la actitud "francamente buena" de todos los partidos, comenzando por el PP, que ha expresado un "enorme interés" por las propuestas del resto de fuerzas políticas, y ha convocado una nueva reunión de la ponencia para el próximo 17 de marzo, encuentro en el que confía pueda fijarse ya un calendario de trabajo por temas concretos.
Desde el PSOE, Pablo Martín ha destacado las "buenas sensaciones" y ha considerado que los diputados son conscientes de que este es "uno de los últimos trenes" que pueden tomar para intentar recuperar la credibilidad y el respeto de los ciudadanos. Rosa Díez, portavoz de UPyD, también ha salido contenta de este encuentro porque se ha cerrado el compromiso de hacer todo lo que esté en sus manos para que "lo que es necesario, sea posible" porque lo que los ciudadanos demandan es una institución del siglo XXI y no decimonónica como es ahora.
Por su parte, el portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, ha avanzado que su grupo tiene una determinación en esta ponencia: trabajar para que en el Parlamento "sobren las vallas" y sea una institución que "se abra a la ciudadanía, la participación popular y a la sociedad civil". La diputada de CiU Montserrat Surroca ha señalado que para su grupo es muy importante el poder usar el catalán y aunque son conscientes de que es una cuestión complicada, pondrán "todo el empeño" para que "esta vez" sí sea posible.
Lo mismo que el diputado de ERC Joan Tardá, que ha celebrado que el PP haya prometido que acude a este debate sin líneas rojas, tampoco en el uso de las lenguas, cuestión que espera que apoye también el PSOE, "si ahora es tan federalista". Consenso al que ha apelado el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que ha advertido de que la reforma del reglamento es un asunto complicado, que puede "descarrilar" en cualquier momento.