Faltan sólo dos semanas para que la infanta Cristina viva el 'paseíllo'. El juez decano de Palma ya ha decidido que la hija del Rey entre por esta puerta. Lo que no se sabe todavía es si bajará andando y acompañada de su abogado o llegará metida en su coche y algo más camuflada de los objetivos y los flashes.
La gran mayoría de los expertos coinciden. Le conviene el paseíllo, ya sea por dar la cara, o por frenar las críticas. Pocas o ninguna ventaja tiene bajar en coche.
El ministro responsable de la Policía prefiere no mojarse, pero la decisión afecta también a la Casa Real, sometida a un desgaste sin precedentes.
El mismo criterio fue el aplicado en todas las declaraciones de Urdangarin, que rechazó la posiblidad de bajar en coche, eligió paseíllo y aprovechó para explicarse.