Cada vez que un escándalo acecha, los dirigentes del Partido Popular repiten un mantra: la maquinaria anticorrupción se pone en marcha y llega en forma de auditoría. Un sistema que no es nuevo. En 2009, al Partido Popular le estallaba la trama Gürtel y, como vía de escape, anunciaba a bombo y platillo un código de 'Buenas Prácticas' en el que ya se hablaba de auditorías.
Pero, han pasado tres años, y la memoria empieza a flaquear. El PP dice ahora que lo de la auditoría era sólo una sugerencia. "Nuestros estatutos actuales dicen que se podrán someter las cuentas a auditorías externas, que se podrá someter", ha señalado Dolores de Cospedal.
Pero no es eso lo que dice realmente. Su código establece claramente que, cada año, las cuentas serán auditadas externamente y su resultado publicado en la web. Por eso la transparencia hace aguas, y más cuando, hace tan sólo unos días, nos contaban que sus cuentas siempre han estado en España.