El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, afirma que "para dar lecciones de democracia a los catalanes hay que tener mucha audacia" y denuncia que evocar lo peor que ha sacudido a Europa equiparando "soberanismo a nazismo" es una provocación que indica el grado al que se ha llegado.
Mas responde en una nueva misiva bajo el título "A los españoles" a la hecha pública por el expresidente del Gobierno, Felipe González en El País, y en ella asegura que "Catalunya ha amado a España y la sigue amando. Catalunya ha amado la solidaridad y la fraternidad con España y con Europa. Y en el caso de España lo ha hecho a pesar de la ausencia de reciprocidad".
Para el máximo mandatario catalán lo más preocupante es que los principales partidos españoles (PP y PSOE) "comparten discurso y estrategia para con Catalunya". "La misma receta, la de siempre, sin tapujos", señala.
El líder catalán explica en su carta que se trata de decidir la relación de Cataluña con el resto de España "porque con España no solo nos une la historia y la vecindad sino también y especialmente el afecto y vínculos familiares e íntimos"."En este nuevo país que queremos se podrá vivir como español sin ningún problema", añade Mas, "mientras que ahora es casi imposible ser catalán en el Estado español".
Artur Mas insiste en que la base del acuerdo "es una relación entre iguales, el respeto mutuo" y en ese sentido se postula para en encuentro y el entendimiento "dispuestos a colaborar y a estrechar todo tipo de lazos", pero advierte que nadie se lleve a engaño por que "no hay vuelta atrás, ni Tribunal Constitucional que coarte la democracia, ni Gobiernos que soslayen la voluntad de los catalanes".
Cataluña hace siglos que busca un encaje con el resto de España, señala Mas, y esta búsqueda "forma parte de nuestra naturaleza política", pero "cuando un tribunal puso una sentencia por delante de las urnas, se cerraron todas las puertas y se ofendió la dignidad de nuestras instituciones, la mayoría de los catalanes creyó que hacía falta encontrar una solución".
En opinión de Mas el 27 de septiembre se va de decidir "si queremos forjar una Catalunya que rija su destino". Así no se podía seguir, afirma el presidente de la Generalitat, "por el bien de todos" y entiende que en Cataluña "ha eclosionado un anhelo de esperanza" que ha planteado el reto democrático de construir un nuevo país "si es que ese es el deseo mayoritario que expresa libremente la ciudadanía catalana".
"El problema no es España, es el estado español que nos trata como súbditos. Somos pueblos hermanos pero es imposible vivir juntos sufriendo insultos, maltratos y amenazas cuando pedimos democracia y que se respete nuestra dignidad", afirma.