En la segunda sesión del debate de investidura en el Parlament, Mas ha rebatido así la denuncia de la presidenta de C's en el Parlament y jefa de la oposición, Inés Arrimadas, quien le ha acusado de usar el proceso soberanista para "tapar" problemas judiciales en CDC, que tiene 15 sedes embargadas y se ha imputado a Jordi Pujol y a su familia.

"Es irreal e injusto; es al revés, como consecuencia de habernos puesto en este proyecto tenemos más problemas con la fiscalía y la justicia de los que tendríamos en otras circunstancias, precisamente porque nos la hemos jugado mucho tenemos muchos problemas", ha replicado Mas.

En este punto, el líder convergente ha asegurado que conoce cómo funciona el Estado cuando "le conviene destruir" y ha denunciado que se han usado "fondos del Estado para pagar a confidentes para montar mentiras" que, según ha dicho, se han usado políticamente en campaña electoral. En cuanto a la crítica de Arrimadas de no mencionar la palabra corrupción en su primer discurso de ayer, Mas ha pedido separar las "sospechas" de los "casos reales".

El líder convergente ha asegurado que en la obra pública no han habido "irregularidades del tipo que se están diciendo" -penal-, aunque ha añadido que no puede garantizar que no haya existido alguna de tipo "administrativo" y que en todo caso no "está a su alcance" conocerla.

Tras las críticas de Arrimadas por su candidatura a la presidencia de la Generalitat, Mas ha pedido a la líder de Ciutadans "respeto" por el resultado de las urnas de las catalanas del pasado 27 de septiembre y por los 1,6 votantes que dieron la victoria a Junts pel Sí (CDC y ERC).

En este sentido, el líder de CDC ha afirmado que se lo ha "currado mucho" para llegar hasta aquí y ha acusado a Arrimadas de ser "poco moderna" al defender que el proceso soberanista divide a los catalanes sólo porque ella no secunda la independencia.

Mas también ha reprochado a Arrimadas que diga que ha sido "débil con los duros" y ha alegado que se ha "enfrentado"  a los "grandes poderes", entre los que ha citado el Gobierno central, el Tribunal Constitucional, el Congreso, "buena parte del Ibex35 que no están entusiasmados" y los "poderes periodísticos" del Estado.

El líder de CDC ha afirmado que no tienen "ningún interés en incumplir las leyes" y que se somete a los tribunales españoles hasta que no haya unos de catalanes de una eventual Cataluña independiente. Pero ha esgrimido que si las leyes van en contra de una demanda ciudadana se convierten en "injustas" y hay que modificarlas, momento en el que ha hecho un símil con el logro del sufragio femenino y el fin de la segregación racial. Así, le ha llegado a decir a Arrimadas que ella no estaría en el Parlament si no se hubieran cambiado las leyes para permitir en su día el sufragio universal.