Las armas que mostraron los miembros de ETA a los verificadores es tan sólo una ridícula parte de todo el arsenal que sigue escondiendo la banda. Según las fuerzas de seguridad, la banda terrorista conserva en tres zulos cantidad más que suficiente de armamento, munición y explosivos como para seguir con su actividad.

Esos escondites guardarían 250 pistolas, 300 armas largas como escopetas y subfusiles y 11.500 kilos de componentes explosivos. Las 300 balas mostradas, que no entregadas, a los verificadores internacionales no son comparables a las 60.000 que se calcula que tiene la banda.

Se cree que la mayor parte de todo este arsenal está en Francia y que procede de robos en diferentes fábricas a lo largo de los años. Fuentes antiterroristas prevén que ETA tan sólo destruya el armamento que les comprometa en atentados y que el resto la venda en el mercado negro.