Según ha informado el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, el gobierno catalán ha acordado el nombramiento de Batlle, que fue concejal socialista de deportes en el Ayuntamiento de Barcelona y secretario general de Servicios Penitenciarios durante el gobierno tripartito. Albert Batlle i Bastardas, nacido en Barcelona en 1953 y licenciado en derecho por la Universidad de Barcelona, ejercía desde 2011 como director adjunto de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC).
A preguntas de los periodistas, Homs ha precisado que Batlle no es militante del PSC ni está vinculado a ningún cargo en el partido de los socialistas catalanes, por lo que es un independiente de quien valoran su experiencia y trayectoria, especialmente en el ámbito de la justicia, vinculada con la seguridad. Homs ha destacado que el gobierno de Artur Mas ha intentado desde el primer día fichar para altos cargos de la Generalitat a personas sin militancia política, por su aportación positiva.
La trayectoria de Batlle, abogado de profesión, ha estado ligada al PSC desde que en 1983 inició su trayectoria política como concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde se dio a conocer especialmente como concejal de deportes, aunque también ejerció labores de urbanismo, turismo, servicios funerarios, educación y servicios sociales.
Con la llegada en 2003 del tripartito a la Generalitat, tras 23 años de gobierno de Jordi Pujol (CiU), Batlle saltó al otro lado de la plaza de Sant Jaume, donde fue nombrado secretario de Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia juvenil, órgano adscrito al departamento de Justicia. Batlle se mantuvo en este cargo, primero con el conseller Josep Maria Vallès -de Ciutadans pel Canvi- y luego con la consellera socialista Montserrat Tura, hasta enero de 2011, después de que CiU recuperara la Generalitat.
Uno de los momentos más complejos que Batlle tuvo que lidiar como responsable de prisiones de la Generalitat fue el motín del 30 de abril de 2004 en la cárcel de Quatre Camins, una revuelta protagonizada por unos 80 presos del módulo de reclusos peligrosos, después de que se impidiera la entrada a la lavandería a un interno.
El motín tuvo un oscuro epílogo al día siguiente, cuando el subdirector médico y cinco funcionarios maltrataron a once de los internos que participaron en la protesta durante su traslado a otros centros, una vez sofocada la revuelta.
El subdirector médico fue condenado a tres años y medio de cárcel mientras que a los otros cinco funcionarios la Audiencia de Barcelona les impuso una pena de entre 4 meses y un año de prisión. En el departamento de Justicia, Batlle también se significó por su labor en favor de la rehabilitación y la reinserción social y laboral de los presos, en fomentar las medidas penales alternativas y en propugnar un modelo de atención a la víctima del delito integral.
Tras abandonar la Generalitat, Batlle hizo un pequeño escarceo en la política municipal y se posicionó a favor de Jordi Hereu en las primarias internas, frente a la otra aspirante a alcaldable socialista en Barcelona, Montserrat Tura, con quien había trabajado codo con codo en el departamento de Justicia.
Meses después, en septiembre de 2011, Batlle fue nombrado subdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), en la que se ha mantenido hasta su nombramiento como director de los Mossos d'Esquadra, donde ahora trabajará de la mano de un conseller de Unió, Ramon Espadaler.