Venezuela está llamada hoy a las urnas para elegir si quiere otros seis años con Hugo Chávez como presidente o si, por el contrario, prefiere la alternativa que representa Henrique Capriles Radonski, tras el cual la oposición ha unido sus fuerzas en un intento inédito para derrotar a la ya famosa 'revolución bolivariana'.

Chávez ganó las presidenciales de diciembre de 1998 con el 56,5 por ciento y asumió el poder el 2 de febrero del año siguiente. Entre sus promesas de campaña destacaba cambiar la Constitución, vigente desde 1961, y ya como presidente promovió lo que se conoció como 'Constitución Bolivariana'. Bajo esta nueva Carta Magna, Venezuela volvió a acudir a las urnas en 2000 para refrendar a todos los cargos y fue a partir de entonces cuando comenzó el segundo mandato de Chávez, ya de seis años y que se prolongó hasta 2007.

Por tanto, el presidente aspira este 7 de octubre a sellar su avance, ya sin impedimentos, hacia las dos décadas en el poder. Lo hace como candidato de la coalición Gran Polo Patriótico, dentro de la cual está integrado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

El 'chavismo' tiene enfrente principalmente a Capriles, elegido por la oposición en unas históricas primarias celebradas en febrero. Más de una veintena de partidos opositores se unieron bajo la etiqueta de Mesa para la Unidad Democrática (MUD) para evitar repetir los resultados de 2006, cuando el entonces gobernador de Zulia, Manuel Rosales, se quedó en el 32,9 por ciento. Chávez logró en esa votación el 62,48 por ciento y superó su propio récord.

Capriles se presenta como opción de cambio y tiene ante sí un escenario incierto. Los sondeos oscilan en función del medio que los publique y, si bien es cierto que Chávez aparece como la opción preferida por la mayoría en las sucesivas encuestas --con distancias que superan en los sondeos más optimistas del 'chavismo' los 15 puntos--, algunos estudios hablan de empate e incluso de algún punto en favor del opositor.
El 'chavismo' ha tratado de convertir a Capriles en el candidato de la burguesía, alentando el miedo a la derecha y a la clase empresarial frente a un presidente que precisamente tiene en las clases más desfavorecidas un importante caladero de votos. El Gobierno no quiere que se repitan 'sustos' como el de las elecciones parlamentarias de 2010, cuando la oposición logró acabar con el monopolio legislativo del PSUV en la Asamblea Nacional.

Para el ciudadano de a pie el 'chavismo' ha seguido sin resolver el principal problema nacional: la inseguridad. Los sondeos reflejan una respuesta casi unánime cuando se pregunta a los venezolanos por su principal inquietud, aunque a pie de calle cada vez son más las voces que denuncian un alto coste de la vida y problemas en los servicios básicos.

Los datos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) correspondientes al primer semestre de 2012 cifran en 52 el número de asesinatos ocurridos cada día, de media, en Venezuela. Este dramático balance esconde 9.510 muertes violentas, de las cuales 1.934 se produjeron el Caracas y su región metropolitana.