El alcalde de West, Tommy Muska, afirma que la explosión de la planta fertilizante se parecía a una guerra.

La mitad de los 2.800 habitantes de West Texas han sido evacuados, incluida una residencia de ancianos, situada a unos 500 metros de la planta fertilizadora West.

El director de la residencia, George Smith, asegura que hay gente atrapada en las casas “Necesitaremos maquinaria pesada para remover los escombros, necesitaremos que nos envíen equipos para búsqueda".

El centro Médico Hillcrest recibió al menos 94 heridos, la mayoría por cortes y laceraciones causadas por objetos. Glenn Robinson, director de la institución asegura que no se han atendido personas con síntomas de intoxicación y otros efectos que pudieran causar los productos químicos de la planta de fertilizantes.

En otro centro, el Hospital Providence de Waco recibió otras 58 personas con lesiones relacionadas con la explosión.

El sargento de Policía de Waco Patrick Swanton explicó en la rueda de prensa que se esperan que el número de fallecidos aumente a medida que continúen las labores de rescate y se está investigando si la explosión ha sido provocada voluntariamente o se ha debido a una reacción química.