Las operaciones de búsqueda permanecían suspendidas desde el pasado domingo a causa del poderoso tifón Phanfone, cuyo paso por el centro de Japón provocó abundantes lluvias y ráfagas de viento que generaron riesgo de desplazamientos de tierra y desprendimientos en el Ontake.
Las condiciones meteorológicas han dificultado aún más las tareas del millar de operarios de los bomberos, la policía y las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) que participan en la búsqueda, que ya debían trabajar entre la gran cantidad de ceniza y rocas expulsados por la erupción del pasado 27 de septiembre.
Los operarios encontraron dos nuevos cadáveres cerca de la cima del volcán, que elevan el balance provisional de fallecidos a 53, según informó la agencia Kyodo.
La búsqueda se ha centrado hasta ahora en la cima y sus proximidades, donde aparecieron gran parte de las víctimas mortales halladas por el momento, la mayoría de los cuales fallecieron por golpes de piedras escupidas durante la erupción.
Los servicios de rescate ampliarán su búsqueda a los senderos que ascienden hasta la cumbre y también fuera de estos caminos, según explicó un responsable de estas operaciones a la cadena estatal NHK.
Además, los operarios han instalado barreras provisionales en las zonas donde se está buscando para protegerse de los posibles desprendimientos que pueden originarse en la montaña debido a la acumulación de cenizas, rocas, agua y hielo.
Las autoridades niponas también han instalado barreras de contención para evitar que las abundantes lluvias arrastren cenizas volcánicas y rocas hasta Kiso y Otaki, las localidades ubicadas al pie del volcán.
El Ontake, el segundo mayor volcán de Japón con 3.067 metros de altura y ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nagoya, entró en erupción el pasado sábado mientras centenares de montañeros se encontraban en sus faldas y en la cima haciendo senderismo.
Se sabe que unos 250 pudieron abandonar la zona por su propio pie o fueron evacuados, 69 de los cuales sufrieron heridas de diversa gravedad, la mayoría por golpes, fracturas y quemaduras.
Independientemente de que pueda haber más víctimas en la cima del Ontake, su erupción es ya la que más pérdidas humanas ha provocado en Japón desde 1926, cuando hubo 144 muertos y unos 210 heridos por el estallido del monte Tokachi, en la isla de Hokkaido (norte del país).