La Conferencia Episcopal Alemana ha aprobado este viernes la prescripción de la llamada "pildora del día después" en hospitales católicos para mujeres víctimas de violación.

No obstante, los obispos han aclarado que la prescripción es legítima sólo en el caso de que el medicamento se tome para evitar la fecundación y no para eliminar un óvulo ya fecundado.

En Alemania se venden desde hace varios años dos preparados de "pildora del día después", que no deben confundirse con las píldoras abortivas, cuya función principal es reprimir la ovulación en la mujer y que deben administrarse en las primeras 72 horas después del acto sexual.

Con su decisión, los obispos siguen la iniciativa del cardenal de Colonia, Joachim Meissner autorizó el uso de la píldora del día después, aunque con restricciones, a los hospitales católicos de sus diócesis,tras el escádalo entorno a una joven que no fue atendida en dos clínicas de Colonia tras sufrir abusos sexuales,

Meissner, según unas declaraciones que hizo en días pasados a medios locales, tomó su decisión tras consultarlo con el Vaticano y con el secretario del papa Benedicto XVI, Geor Ganswein.