Se han producido nuevas explosiones en el puerto de Tianjin, en el norte de China, donde se han reactivado varios fuegos y la cifra de muertos asciende ya a 85. Además, se ha ampliado el perímetro de seguridad hasta los 3 kilómetros. Las autoridades evacúan a todos los ciudadanos para evitar que inhalen los productos tóxicos que flotan en el aire. Familiares de algunos desaparecidos critican que apenas reciben información.