Donald Trump es el último superviviente de la carrera republicana. Su discurso populista y su estilo faltón ha horrorizado a muchos, pero también le ha servido para ganarse a los descontentos. Un electorado en el que seguirá intentando apoyarse para llegar a la Casa Blanca.
"Hay votantes que no votarían a los partidos tradicionales, pero sí a una figura disruptiva como puede ser Donald Trump. Los mensajes populistas van a tener un efecto positivo para él", explica José María Perecio, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea.
Está por ver si este nuevo electorado compensa el rechazo de parte de los votantes tradicionales del partido. Su estilo no convence a muchas de las grandes figuras republicanas y tampoco al presidente Obama. "Este es un trabajo muy serio. No es entretenimiento. No es un reality show".
Ya como candidato, Trump cambiará su fórmula de campaña: reducirá el espectáculo e intentará dar una imagen más formal para parecer presidenciable. La más que probable candidata demócrata parece la gran benificiada por la victoria de Trump.
Aún queda toda la campaña y ésta promete ser tan atípica como las primarias así que todo puede pasar.