Ni Pemex ni el gobierno mexicano saben aún qué provocó la explosión, pero hay casi 300 personas trabajando en el desescombro de la zona. Los supervivientes, mientras, ayudan como pueden a localizar a los desaparecidos.

Hay al menos 3 personas que podrían estar atrapadas en un sótano bajo una montaña de escombros. Pero algunas familias comienzan a perder la esperanza.

El presidente Peña Nieto no quiere que se hable de un atentado y se ha limitado a visitar a los heridos. Ha decretado además 3 días de luto nacional en memoria de las de momento 33 victimas morales.