El bloque conservador de la canciller alemana, Angela Merkel, y el Partido Socialdemócrata (SPD) que lidera Martin Schulz iniciaron las negociaciones formales para constituir una nueva gran coalición con optimismo, peticiones de celeridad y el reconocimiento de su responsabilidad con Europa.
El objetivo es que las negociaciones, sobre la base del preacuerdo consensuado por ambos bloques, concluyan el 4 de febrero, momento en el que el SPD, fracturado por volver a pactar con los conservadores y a la baja en las encuestas, comenzaría a preparar la consulta entre sus militantes.
A su llegada a la primera reunión, Merkel se declaró "optimista" y consideró que los partidos tienen "un buen marco para negociar" con el texto acordado en la primera ronda de contactos. A la vez quiso mandar un mensaje de urgencia por las tareas que aguardan al próximo Ejecutivo: "Tenemos que negociar rápidamente para darle una nueva dinámica no sólo a Europa, sino también a Alemania".
Por su parte, el presidente del SPD, Martin Schulz, señaló que su objetivo es que las negociaciones para formar gabinete con el bloque conservador sean "rápidas y constructivas", con el objetivo de "darle a Alemania un Gobierno estable". Su partido, añadió, aspira a devolver a Alemania el papel que le corresponde en Europa y en el mundo en un contexto global desafiante por el aislacionismo de Estados Unidos y el ascenso político y económico de China.
"La Unión Europea (UE) necesita una Alemania fuerte y proeuropea", afirmó quien fuera presidente del Parlamento Europeo entre 2012 y 2017, para abogar también por un país "más justo" internamente. La hoja de ruta pactada prevé que los grupos de trabajo temáticos de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, sus socios bávaros de la Unión Socialcristiana (CSU) y el SPD tengan para el próximo viernes 2 de febrero un documento consensuado.