"Esta última atrocidad contra los ciudadanos de Sudán del Sur es una afrenta a la comunidad internacional y viola los principios fundamentales de la protección de civiles", consideró la diplomática estadounidense.

"Todas las partes deben considerar los lugares de la UNMISS como inviolables y deben permitir la protección de los ciudadanos alojados en ellos", añadió. Varias personas murieron este jueves en un tiroteo registrado cuando un grupo de ciudadanos progubernamentales celebraban una marcha hacia un campamento de la ONU para entregar una carta de protesta contra sus administradores que, a su juicio, ofrecen refugio a los seguidores del líder opositor Riak Machar.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró "inaceptable" este ataque registrado en la ciudad de Bor, en el este del país, aseguró que supone "una escalada muy seria" en el conflicto y recordó que las acciones de este tipo son "crímenes de guerra", informó su portavoz en un comunicado.

El médico del campamento atacado, William Augustino, dijo que un grupo de hombres armados de la tribu Dinka abrió fuego contra el lugar, donde se refugian miles de ciudadanos de la tribu Lou Nuer. El presidente de Sudán del Sur, Salva Kir, pertenece a la tribu de los Dinka, mientras que Machar, su principal rival y antiguo vicepresidente, es miembro de los Lou Nuer.

Frente a la versión oficial, testigos en el lugar informaron a Efe de que el asalto se produjo después de que los refugiados celebraran las recientes victorias de los rebeldes en el estado de Unidad, en el norte del país. El martes pasado, los rebeldes partidarios de Machar tomaron el control de la ciudad petrolera de Bentiu, capital de Unidad y una de las localidades más afectadas por la violencia.

La Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) reiteró este jueves su imparcialidad en el conflicto y mostró su preocupación por los nuevos combates en ese estado, que representan "serias violaciones del acuerdo de cese de hostilidades" al que llegaron las partes el pasado 23 de enero en Adis Abeba.

El conflicto, en el que han muerto miles de personas, ha puesto al borde de la guerra civil al joven país después de que en diciembre pasado estallaran combates entre tropas gubernamentales y rebeldes, y el presidente acusara a Machar de intentar dar un golpe de Estado.