Una turba esperaba a un diputado ucraniano a las puertas del parlamento de Kiev con ganas de venganza y le han arrojado a una basura. Le han llovido neumáticos y le han rociado con agua. El agredido, que perteneció al partido del depuesto presidente Yanukovich, fue el impulsor de una severa ley para silenciar los movimientos de protesta.