Los 'indignados' turcos han anunciado en un comunicado que continuarán su "resistencia contra todo tipo de injusticias", aunque sin aclarar si esto significa que mantendrán el campamento en el parque Gezi de Estambul, epicentro de las protestas que sacuden Turquía desde hace dos semanas.
"Con el dinamismo y la fuerza de nuestra lucha, que se ha extendido a todo el país e incluso al mundo, vamos a seguir la resistencia contra todo tipo de injusticias", ha indicado en un comunicado la red Solidaridad con Taksim, que actúa como portavoz de los manifestantes. "Comparado con lo que fuimos hace 18 días, ahora somos más fuertes, más libres y tenemos más esperanzas", agrega el texto.
Según ha explicado Alper Tas, presidente del Partido Libertad y Solidaridad (ÖDP), la mayoría de las agrupaciones políticas retirarán sus tiendas y se mantendrá únicamente una carpa de Solidaridad con Taksim y algunas tiendas de activistas medioambientales.
Entre las tiendas del campamento ondean por ahora banderas y enseñas de todo tipo de agrupaciones políticas, desde nacionalistas a marxistas, prokurdas e incluso islamistas de izquierda, aunque la mayoría de los acampados se declaran ajenos a siglas concretas y algunos incluso recelan de este despliegue de símbolos políticos.
Según la emisora turca NTV, la declaración concreta sobre los pasos a seguir y la permanencia o no en el parque se ha pospuesto para las 12.00 horas GMT. El comunicado de Solidaridad con Taksim reitera la exigencia de que se investiguen y castiguen a los responsables de la represión policial, que ha dejado tres manifestantes muertos y más de 5.000 heridos, así como que sean liberados de inmediato los numerosos detenidos en las protestas.
En las últimas horas se han sucedido los debates entre los activistas, tras la reunión mantenida hasta la madrugada del viernes entre el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y representantes de los manifestantes, que ha terminado con la promesa del Ejecutivo de que no impondrá el derribo de ese parque.
Erdogan ha asegurado que respetaría lo que decidan los jueces sobre si el proyecto de reforma urbanística es legal o no, y si recibe luz verde judicial, lo someterá a referendo entre los ciudadanos de Estambul.
Las protestas ecologistas por la planeada demolición de uno de los últimos espacios verdes de Estambul fue el detonante de la mayor ola de manifestaciones antigubernamentales en una década.