El Ejecutivo de Joseph Muscat manifestó, en un comunicado, su determinación de resolver el crimen y llevar a los responsables ante la Justicia y ofreció la recompensa al considerar que es "un caso de extraordinaria importancia que requiere medidas extraordinarias".
"Debe hacerse justicia, cueste lo que cueste", se lee en la nota, en la que se subraya que el ofrecimiento de esa cantidad no tiene precedentes y promete "plena protección" a quien "bajo juramento" presente información útil para resolver el suceso.
En el comunicado, publicado en el portal de internet del Gobierno, se adjunta un número de teléfono al que dirigirse para aportar las pruebas, que deberán ser contrastadas por la autoridad, así como un correo electrónico.
Caruana Galizia, de 53 años, investigaba la relación entre la clase política maltesa -incluido el primer ministro y su esposa- con los papeles de Panamá y algunos otros casos de corrupción. La periodista murió el lunes al estallar su coche a pocos metros de su casa, un suceso que conmocionó a la opinión pública maltesa, y tras el que Muscat pidió la colaboración internacional para esclarecer el crimen al creer que "llega fuera de Malta" y está siendo investigado por expertos de Holanda, Italia y el FBI estadounidense.
Mientras tratan de acceder a los archivos que la periodista tenía en su ordenador, los investigadores ahondan en diferentes hipótesis como la mafia, las milicias libias o los narcotraficantes que operan en esa parte del Mediterráneo, informan los medios locales.
Los hijos de la informadora, Matthew, Andrew y Paul, han cargado contra el Gobierno de Malta, que tachan de país "mafioso", e instaron a Muscat y a otros altos cargos del Estado a dimitir, al considerarles responsables de la impunidad que según ellos reina en la isla ante el crimen y las irregularidades.