A finales de octubre, la Administración Trump detuvo de manera efectiva las admisiones de refugiados de once países, principalmente en Oriente Próximo y África, a la espera de una revisión de seguridad de 90 días. Los países sujetos a esta revisión son Egipto, Irán, Irak, Libia, Malí, Corea del Norte, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria y Yemen, que en conjunto representan más del 40% de las admisiones de refugiados a Estados Unidos en los últimos tres años fiscales.

La Administración Trump también pausó un programa que permitía la reunificación familiar de los refugiados, a la espera de que se establezcan nuevos procedimientos de evaluación de seguridad. El juez federal de distrito James Robart ha asegurado en un fallo que la Administración está bloqueada para suspender el programa de reunificación familiar para refugiados.

Además, el Gobierno estadounidense tampoco puede bloquear la entrada de refugiados de los once países, siempre y cuando tengan una "relación de buena fe con una persona o entidad en Estados Unidos", según ha señalado Robart.