Aunque este año se tomaron mayores medidas de seguridad que en otras ocasiones, incluyendo la prohibición de encender petardos en zonas comerciales y otros espacios públicos, se produjeron cientos de incendios en varias ciudades chinas, ninguno de ellos de grandes dimensiones.
Sólo en el último día de celebraciones, el Festival de la Linterna (el pasado domingo 24), hubo 1.482 pequeños incendios que obligaron a los servicios de bomberos a rescatar a 280 personas.
Los petardos y fuegos artificiales se utilizan en China en la creencia de que espantan a los malos espíritus que llegan con el nuevo año, una tradición que tiene más de 2.000 años de historia en el país donde se inventó la pólvora.
En la pasada década, el uso de artefactos pirotécnicos estuvo vetado en ciudades como Pekín, pero el descontento de la población por esta medida obligó a las autoridades a levantar la prohibición, con algunas limitaciones.
En el Festival de la Linterna de 2009, unas bengalas causaron el incendio de un rascacielos en Pekín situado en el complejo de la televisión estatal CCTV, un aparatoso accidente en el que murió uno de los bomberos que trabajaron en las labores de extinción.