El exdirigente chino Bo Xilai ha negado haber aceptado sobornos del empresario Tang Xiaolin, como se le acusa en el juicio que ha comenzado contra él en la ciudad de Jinan por malversación, sobornos y abuso de poder.
En un añadido al texto de su declaración que ha colgado el Tribunal Intermedio de Jinan, en el este de China, en su cuenta Wiebo, similar a Twitter, Bo indicó que se había declarado culpable previamente de ese cargo "sin querer".
"No es cierto que Tang me diera tres veces dinero", como figura en el pliego de cargos, señaló Bo en la transcripción difundida por el tribunal.
Según esta declaración, "admití sin querer el cargo de aceptar tres veces dinero durante el proceso de investigación que me abrió el Comité de Disciplina Interna del Partido" Comunista tras su caída en desgracia.
"Dije que quería asumir la responsabilidad legal, pero entonces mi mente estaba en blanco y desconocía los detalles", explicó.
En un texto previo también colgado en la cuenta de Weibo del tribunal, Bo indicó que esperaba que "los jueces puedan celebrar el juicio de una manera razonable y justa y sigan los procedimientos legales de nuestro país".
Aunque no se ha permitido la entrada en la sala del tribunal a la prensa extranjera, las imágenes difundidas por la corte, las primeras de Bo desde su caída en desgracia hace un año y medio, muestran al exdirigente vestido con una camisa blanca y pantalón negro, más delgado y con gesto de cansancio.
Lleva el cabello muy corto y está afeitado: algunas informaciones aseguraban que durante su detención había dejado de cortarse la barba en señal de protesta.
Entre los cargos que se han detallado contra Bo en el juicio se encuentra el de haber recibido sobornos por valor de 21,8 millones de yuanes, unos 3,5 millones dólares, entre 2000 y 2012 de dos empresarios de Dalian, Tang Xiaolin y Xu Ming. Bo, según la acusación, recibió estos sobornos bien directamente o bien a través de su esposa, Gu Kailai, y su hijo, Bo Guagua.
El pliego de cargos también incluye el haberse apropiado de cinco millones de yuanes, más de 800.000 dólares, en fondos públicos para un proyecto clasificado, y el abuso de poder entre 1999 y 2006 como alcalde y secretario general del Partido Comunista en la ciudad de Dalian y como ministro de Comercio "para beneficiar a otros".
Entre enero y febrero de 2012, cometió una "serie de actos" de abuso de poder como secretario general del Partido Comunista de la ciudad de Chongqing, en el centro del país, tras ser informado de las sospechas en torno a su mujer por la muerte del empresario británico Neil Heywood.
Bo, que hasta marzo del año pasado soñaba con llegar al Ejecutivo central chino, se sienta en el banquillo de los acusados a consecuencia del escándalo surgido como consecuencia de la muerte del empresario británico Neil Heywood, en noviembre de 2011 .
En febrero de 2012, la "mano derecha" de Bo, Wang Lijun, quien cumple quince años de cárcel por su participación en el caso, hizo saltar la liebre al buscar asilo en un consulado estadounidense y revelar la implicación de Gu, la mujer de Bo, en esa muerte, atribuida hasta entonces a la bebida en exceso.
Bo fue destituido en marzo y Gu, juzgada en agosto del año pasado, fue sentenciada a pena de muerte, con la posibilidad de que se le conmute por cadena perpetua en dos años.
Se espera que el juicio al exdirigente comunista tenga una duración de dos días, aunque el veredicto no se conocerá hasta septiembre, según la televisión estatal CCTV.